El ‘smartphone’ es por primera vez compatible con las redes 5G y cuenta con una batería que puede resultar limitada
Los gigantes tecnológicos cada vez apuestan por pantallas más grandes en los smartphones. Mientras que la del iPhone 12 Pro Max tiene 6,7 pulgadas, las de los Samsung Galaxy S20 Ultra y Note 20 Ultra alcanzan las 6,9 pulgadas. Pero los fabricantes saben que un sector de la población aún prefiere las pantallas pequeñas. La apuesta de Apple para llegar a estos usuarios es el iPhone 12 mini. Con una pantalla de 5,4 pulgadas, el terminal más pequeño de la compañía de Cupertino es uno de los pocos smartphones de gama alta con estas dimensiones en el mercado.
EL PAÍS ha probado durante unos días el iPhone 12 mini, que está disponible en cinco colores —negro, blanco, azul, verde y rojo— desde 809 euros. Mide 13,1 centímetros de alto y 6,4 centímetros de ancho y pesa 135 gramos. A diferencia de gran parte de smartphones en el mercado, se maneja fácilmente con una sola mano y es bastante ligero. Pero probablemente la pantalla se quede pequeña para aquellos usuarios acostumbrados a visualizar contenido multimedia o utilizar juegos con el móvil.
El diseño del terminal difiere del de las últimas generaciones. Abandona las curvas y, en su lugar, se caracteriza por los laterales planos que hace años tuvieron terminales como el iPhone 4 o el iPhone 5. Su pantalla OLED, está fabricada con lo que Apple llama ceramic shield. Se trata de un material que supuestamente es más duro que cualquier cristal y cuatro veces más resistente a las caídas, según la compañía. Su trasera cuenta con un acabado en cristal en el que las huellas de los dedos quedan bastante marcadas —al contrario de lo que ocurre con los iPhone 12 Pro, que tienen un acabado mate
El iPhone 12 mini tiene una cámara frontal de 12 megapíxeles y mantiene el módulo trasero de cámaras. Tiene los dos mismos sensores que el iPhone 12: uno principal y un gran angular —ambos de 12 megapíxeles—. De día los resultados son buenos. Se consiguen fotografías realistas y con una buena colorimetría. Con el modo noche activado, las fotos salen bastante naturales, aunque en ocasiones se echa en falta un mayor detalle al acercarlas. A diferencia de los iPhone 12 Pro, que son más ambiciosos en el apartado de la fotografía, este terminal no tiene un teleobjetivo. En su lugar cuenta con zoom digital de hasta cinco aumentos. En este caso, las fotos no salen tan nítidas como cabría esperar de un móvil de gama alta y sería deseable que fueran más definidas.
En cuanto a la grabación de vídeo, los iPhone 12 están entre los terminales que consiguen mejores resultados del mercado, especialmente de día y con buena luz. Es destacable tanto el nivel de detalle que se consigue como la estabilización. El iPhone 12 mini graba en 4K a 60 fotogramas por segundo y Dolby Vision. Esta última tecnología busca mostrar una imagen vívida, reflejos más brillantes y una amplia gama de colores.
El iPhone 12 mini, al igual que el resto de terminales presentados por Apple en octubre, es compatible con el 5G y tiene un modo para ahorrar batería cuando no se necesitan las velocidades que ofrecen estas redes. El smartphone, que está disponible en tres modelos —de 64 GB, 128 GB y 256 GB de almacenamiento—, además estrena procesador: el A14 Bionic de cinco nanómetro, que es el mismo que lleva el último iPad Air. El rendimiento es el esperado de un gama alta en todos los supuestos: desde al realizar las tareas cotidianas hasta al utilizar juegos. El terminal ejecuta las aplicaciones rápidamente y sin ningún tipo de retardo.